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Centroamérica: Tres elementos claves para atraer más y mejor IED

No. 14 - Época II. La inversión extranjera directa (IED) puede ayudar al desarrollo de Centroamérica al abrir nuevos espacios, tanto para el acceso a capitales que financien proyectos de gran envergadura, como en la transferencia de tecnología, en el aumento del capital humano, mediante oportunidades de más formación y aprendizaje, en el acceso a nuevos mercados y cadenas de producción y comercialización regionales y transnacionales, y, finalmente, en la propia generación de una mayor actividad económica que aumente el empleo. Pero, para que la IED tenga efectos tan positivos en una sociedad, es importante reconocer algunos elementos que determinan su éxito.

En primer lugar, las naciones no están al servicio de la IED, sino viceversa. Esto implica que los Estados deben contar con políticas activas para la atracción de inversiones, que se insertan en un plan de desarrollo. Es decir, los Estados deben saber hacia dónde llegarán en el futuro y reconocer que no todas las inversiones son iguales para lograr sus objetivos. En países como Irlanda, Singapur y Malasia, la IED ha contribuido significativamente en la transformación productiva, apuntalando sectores económicos que generan mayor valor, empleo y competitividad en las exportaciones. Por el contrario, en países en donde las políticas de atracción de IED están divorciadas de planes de desarrollo o son pasivas frente a la IED, es decir, se basan en la estabilidad macroeconómica y en la existencia de privilegios fiscales, las inversiones llegarán atraídas únicamente por la búsqueda de mercados y la explotación de recursos naturales, lo que puede provocar distorsiones económicas y mayor ingobernabilidad social.

El segundo elemento para atraer el tipo de IED con la calidad para aportar a un plan de desarrollo, es el conocimiento de los factores que estas inversiones toman en cuenta para instalarse en determinada nación, entre los que se encuentran el acceso a consumidores (países con poca pobreza e indigencia), ambiente político y social estable, facilidad para hacer negocios, calidad y confiabilidad de la infraestructura y los servicios básicos (educación, salud, seguridad, justicia), y la facilidad para contratar profesionales técnicos y ejecutivos. Francia es el mejor ejemplo de este elemento. Contrario al mito generalizado en muchos discursos, acerca de que el cobro de impuestos desincentiva la atracción de IED, el pago de impuestos ocupa el puesto 11 en el ranking de los 20 factores críticos que las empresas transnacionales consideran para seleccionar un país. Por el contrario, solo los Estados con suficientes recursos ?humanos, materiales, financieros y de probidad?, tienen la capacidad de satisfacer los factores solicitados por los inversionistas extranjeros.

En todo caso, los incentivos fiscales ?que pueden constituirse en rebajas o eliminaciones, temporales o permanentes de ciertos impuestos, directos o indirectos?, logran ayudar a motivar inversiones en sectores económicos vitales para el plan de desarrollo, relacionados con la transformación productiva y la mejora del empleo, o en territorios con carencias en infraestructura económica y poco desarrollo social en donde los incentivos buscarán compensar posibles costos más altos de operación. El tercer elemento, muy particular para Centroamérica, es la adopción de una política de atracción regional basada en tres pilares: la diferenciación, la cooperación y la negociación en bloque. En cuanto a la diferenciación, esta es un mecanismo para crear nichos de mercado distintos en cada país y promover la especialización territorial y la transformación productiva, lo que requiere mejoras en la dotación de los bienes públicos estratégicos (salud, educación, seguridad e infraestructura económica), cuya generación elevaría el bienestar de la población y haría más atractivo el mercado interno. La cooperación, que contribuirá a pasar de la competencia intrarregional basada en incentivos fiscales poco racionales a un modelo de incentivos transparente y con objetivos evaluables, que encamine la IED hacia cierta diferenciación entre los países. Y, finalmente, la negociación en bloque, que allana el camino para que la región pueda negociar la localización de diferentes partes de procesos productivos, en los distintos países, según su especialización.

Los 20 factores críticos para la selección de un país Resultados de la encuesta realizada a empresas transnacionales Porcentaje citado como “muy importante”

Fuente: Icefi con base en Cepal (2007). Políticas activas para atraer inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe.

Fuente: Icefi con base en Cepal (2007). Políticas activas para atraer inversión
extranjera directa en América Latina y el Caribe.

Los gobiernos en Centroamérica están obligados a adoptar políticas activas para atraer más inversión extranjera. Esto requerirá un plan de desarrollo que delimite los esfuerzos ?locales, nacionales y del istmo? en materia de transformación productiva, construcción de la equidad y búsqueda de la efectividad de la administración pública. Es seguro que poner en práctica esos tres elementos, es algo más complejo, pero también más efectivo que la moda actual de buscar la aprobación de leyes de inversión fundamentadas en la tradicional visión miope basada únicamente en mayores privilegios fiscales, y en donde el éxito se mide únicamente por cuánta IED se logra atraer, sin evaluar los obligados impactos de la IED en el bienestar (empleo, aumento de salarios y mayor formación) y en el desarrollo económico (tecnología, nuevos productos y mercados, mayor valor agregado, impulso económico).