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Propuestas para promover el empoderamiento económico de las mujeres, particularmente las mayas, indígenas y campesinas en Guatemala (2022-2030)

En los primeros años que pasan de este siglo, la igualdad entre mujeres y hombres en variables como el trabajo, si bien ha experimentado algunas mejoras alentadoras, aún presenta una serie de indicadores también importantes para alcanzar la igualdad y el desarrollo, los cuales han quedado al margen y rezagados. Las mujeres en Guatemala, según las proyecciones de población a 2021, representan el 50.1% de la población, pero únicamente el 37.7% de ellas tenía trabajo en 2019. Del total de posiciones directivas y gerenciales, solo el 37.5% se encuentra en manos de las mujeres; el 20.0% de los escaños legislativos es ocupado por mujeres, y un escaso 3.2% de los gobiernos locales tiene a una mujer como líder.
 
Comprendiendo que el empoderamiento económico de las mujeres no equivale necesariamente a igualdad de género —aunque es un aspecto crítico para alcanzar la igualdad en este ámbito (específicamente en cuanto a los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de las mujeres)—, en este documento se presenta una propuesta para promoverlo en Guatemala, poniendo especial atención en quienes históricamente han vivido en condiciones de vulnerabilidad, como es el caso de las mujeres rurales, campesinas e indígenas. Se toma en cuenta, además, que el Estado de Guatemala debe encaminarse al cumplimiento de las metas que en la materia ha decidido aceptar al ser signatario de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y, en particular, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que esta incluye.
 
No existe un único enfoque para abordar el empoderamiento económico de las mujeres. Actualmente, organismos internacionales y Estados promueven actividades económicas de las mujeres, aplicando distintas estrategias que suelen incluir una combinación de medidas, entre las que destacan la capacitación técnica, el control de los recursos, la acción colectiva en los mercados, el desarrollo empresarial y la incidencia en las políticas, tal y como se demuestra en el apartado sobre las lecciones de las experiencias internacionales que buscan el referido empoderamiento.
 
Con base en los argumentos y experiencias internacionales evaluadas, y después de reconocer las realidades particulares en la que viven las mujeres en Guatemala —expuestas en los primeros dos documentos que forman parte de esta serie—, se plantean medidas de política pública destinadas al desarrollo de la autonomía económica de las mujeres, promoviendo su acceso al empleo remunerado, al emprendimiento y al crédito, al tiempo en que se fomentan programas de educación y capacitación. Se plantea, en particular, una medida para la atención pública y el apoyo en el cuidado de las niñas y niños menores de seis años.