El compromiso recaudatorio de las administraciones tributarias de Centroamérica
El Plan Estratégico de la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala para el período 2021-2025, contiene, entre otros objetivos, el referente a “Aumentar la recaudación de manera sostenida y reducir la brecha de incumplimiento tributario”, el que, a pesar de disponer de un interesante modelo conceptual de ejecución, plantea como meta de verificación simplemente el cumplir con la meta considerada en el presupuesto de ingresos y gastos.
Una de las herramientas más utilizadas en el mundo moderno para planificar los resultados esperados en la gestión de las instituciones públicas o privadas, es el llamado Plan Estratégico Institucional, el que, en una forma concisa presenta la orientación de la gestión institucional, las estrategias a implementar y define las características del modelo de gobernanza. En general, el Plan Estratégico contiene una definición de la visión institucional, la caracterización de la misión que enfrenta, los valores que, conforme las autoridades son los indispensables para alcanzar los resultados, pero sobre todo, la puntualización de los objetivos estratégicos que se esperan alcanzar en el mediano y largo plazo.
En la práctica, y especialmente en el ámbito público, muchos ejercicios de planificación son más una muestra de aparente voluntad política de avanzar en el camino deseado, que el resultado de un esfuerzo efectivo e integrador para lograr los resultados esperados; atendiendo al hecho que los objetivos estratégicos que se plantean carecen de las características deseadas tanto de relevancia, como de capacidad de medición efectiva para evaluar el desempeño institucional o simplemente porque no se definen los pasos a seguir para alcanzarlos; esto es muy común durante los períodos electorales. La situación es un poco peor, cuando definitivamente las instituciones deciden no plantear ningún proceso de planificación, lo que denota falta de compromiso en el cumplimiento de sus obligaciones o propuestas.
El Plan Estratégico de la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala para el período 2021-2025, contiene, entre otros objetivos, el referente a “Aumentar la recaudación de manera sostenida y reducir la brecha de incumplimiento tributario”, el que, a pesar de disponer de un interesante modelo conceptual de ejecución, plantea como meta de verificación simplemente el cumplir con la meta considerada en el presupuesto de ingresos y gastos, la cual regularmente establece la misma administración tributaria con el acuerdo del Ministerio de Finanzas de dicho país, que forma parte de su directorio. La propuesta de meta invalida el objetivo y por lo menos pone en duda la mejora de los resultados esperados, debido al riesgo moral y a los incentivos perversos que implica la autodeterminación del valor objetivo; además que no contempla un compromiso de disminución de la brecha de incumplimiento tributario. En otro segmento, la planificación establece que al cierre de 2025 la recaudación se incrementará en 10%, lo que carece de sentido, dado a que los valores que se consideran en la planificación son nominales, por lo que el simple aumento de la inflación permite cumplir el compromiso sin esfuerzos.
De igual forma, el Plan Estratégico del Servicio de Administración de Rentas de Honduras 2021-2022, considera como objetivo primario: “Incrementar la recaudaciónde manera sostenida mediante la promoción del cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias”, el que, sin embargo, también tiene como indicador y meta asociada, el cumplir con el 100% de la recaudación establecida como meta para cada ejercicio fiscal, lo que no necesariamente implica, ni la mejora de la recaudación en forma sostenida, y por supuesto tampoco representa un compromiso efectivo en la mejora en el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias. Afortunadamente, las nuevas autoridades de este ente, ya se encuentran revisando su planificación futura, por lo que se esperaría una mejor definición del indicador y la meta.
Un objetivo mejor establecido, aunque con urgencia de actualizarlo a partir de los sucesos derivados de la crisis sanitaria de 2020, es el planteado por el Ministerio de Hacienda de El Salvador para el período 2019-2024, y del que depende la Dirección General de Impuestos Internos de dicho país, y que define como objetivo primario recaudatorio: “Incrementar los ingresos tributarios internos y aduaneros en forma sostenible, dando cumplimiento a la meta establecida en la Ley de Responsabilidad Fiscal”. En este instrumento, se definen con claridad metas anuales crecientes de carga tributaria total, de impuestos internos y al comercio exterior, las que además de permitir una evaluación más certera del propósito establecido por la Institución, reducen la discrecionalidad en la rendición de cuentas, dándole más transparencia a la gobernanza institucional.
En forma similar, el Plan Estratégico del Ministerio de Hacienda de Costa Rica para el período 2019-2023, y del que depende la Dirección General de Tributación de dicho país, plantea como objetivo recaudatorio primario “Incrementar el cumplimiento tributario mediante el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas y procesos eficientes de trabajo, para combatir la evasión”, y que contempla como indicadores y metas asociados: el aumento de la carga tributaria y la reducción de la brecha tributaria del IVA y del ISR hasta 2023, definiendo una trayectoria anual que supone una mejora continua. Así, y aun cuando también necesita una revisión atendiendo a la crisis sanitaria de 2020, la meta de carga tributaria es creciente y se plantean horizontes de mejora en el cumplimiento de los dos principales impuestos del país, haciendo más evidente el compromiso institucional por mejorar los resultados.
Para Nicaragua y Panamá no fue posible identificar documentos públicos actualizados que contengan su planificación estratégica hacendaria o de administración tributaria, por lo que no puede hacerse una evaluación efectiva. Sin embargo, el portal de la Dirección General de Ingresos de Panamá ofrece un mapa del Plan Estratégico para el período 2018-2019, en el que aparece como objetivo tributario primario “Controlar el cumplimiento tributario y reducir la evasión tributaria”, sin embargo, no fue posible evidenciar metas y mucho menos la trayectoria de los indicadores para los años siguientes.
Las administraciones tributarias, al igual que el resto de instituciones públicas, deben definir una planificación estratégica y hacerla del conocimiento público para que se conozca realmente su compromiso por mejorar las condiciones del país, en donde su principal propósito debiera ser reducir la brecha de incumplimiento tributario -por supuesto, al margen de otros importantes objetivos-, por lo que la generación de este documento es importante, pero también lo es que, cuando se elabore, los objetivos definidos impliquen un real compromiso de las autoridades, el que pueda ser supervisado y verificado con transparencia por toda la población.
Abelardo Medina Bermejo // Economista sénior / @a_medinab
Esta columna fue publicada originalmente en El Economista,disponible aquí.