
independencia

Conmemorar la independencia no debería reducirse a cantar himnos o recitar oraciones a la bandera, este debería ser el momento para cuestionarnos por qué nuestra región no ha logrado independizarse de la pobreza, la desigualdad, el hambre o la inseguridad.

En El Salvador, los datos sobre pobreza, desigualdad, violencia contra las mujeres, desempleo, migración, corrupción, entre otros, nos ofrecen un panorama deprimente ante el cual, el 15 de septiembre debería servir para reflexionar sobre el país que tenemos. A casi 200 años de haber logrado la independencia de la corona española, me pregunto, ¿qué hemos hecho mal para que encontrarnos en la situación actual?

Es 1 de septiembre de 2018, sábado, 7 de la mañana, salgo de Ciudad de Guatemala hacia El Salvador, en la acera de una de las calles más concurridas logro divisar a una niña de aproximadamente 10 años ofreciendo banderas guatemaltecas. 5 de septiembre, 6 de la tarde, hora pico en San Salvador, en medio de los carros una anciana que se auxilia de un bastón ofrece banderas a los automovilistas.

Septiembre, el denominado mes patrio, cuando las banderas hondean y el nacionalismo aflora. En las escuelas siguen hablando de los próceres que nos liberaron del yugo de la corona española, hombres que lucharon por amor para la libertad. Es lo que se repite año tras año. Pero de lo que se habla poco es que cada 15 de septiembre se celebra un hecho histórico motivado más por razones económicas y políticas que patrióticas. Entre las razones económicas, se debe resaltar la concerniente a la política fiscal: el pago de tributos (impuestos) y sus beneficios (el gasto público).