Centroamérica: principales hallazgos de los presupuestos públicos para 2014
No. 9 - Época II. Los organismos Legislativos de Centroamérica están en el período de discusión y aprobación del presupuesto público que regirá para el 2014. La política fiscal sobre la que se sustentan los proyectos presupuestarios –aprobados y en discusión- ha sido diseñada en el marco de perspectivas poco halagüeñas sobre el futuro económico mundial, lo que marca pocas variaciones tanto en las proyecciones de ingresos tributarios como en las estimaciones de gasto público.
En términos comparativos, el presupuesto público del gobierno central de Guatemala continuará siendo el más débil de Centroamérica, en términos reales, al equivaler a penas a un 14.6% del Producto Interno Bruto –PIB–. En contraste, aún cuando se registran tasas de crecimiento muy pequeñas, cuando no reducciones como en El Salvador y Honduras?, el resto de países de la región contarán con presupuestos públicos que representarán entre 17.7 y 21.4% del PIB.
Es previsible que, los reducidos incrementos en el gasto público de la región obliguen nuevamente a sacrificar las inversiones públicas de capital (infraestructura económica y social) y provoquen focos de ingobernabilidad como resultado de incumplimientos laborales y de una baja en la calidad y cantidad en la producción de bienes y servicios públicos.
En lo que respecta a los ingresos, se prevé que la recaudación tributaria, en términos reales, se mantendrá prácticamente en los mismos niveles de 2013. Solamente en El Salvador y Guatemala, se espera una menor recaudación que la proyectada para el año anterior, como resultado de un panorama económico menos optimista. En toda la región, es latente la preocupación por fortalecer las administraciones tributarias en su lucha contra la evasión y la elusión fiscal.
En cuanto al déficit fiscal, se espera una disminución en El Salvador, Guatemala y Honduras, mientras el resto de países de la región terminarán 2014 con un déficit mayor al observado en 2013. Vale advertir que los países con mayor déficit fiscal, en términos del PIB, son Costa Rica (-6.3%), Honduras (-4.7%), y El Salvador (-3.6%), naciones que sin cambios hacia una fiscalidad más sana, podrían enfrentar en el mediano plazo una crisis de insostenibilidad fiscal. En estos tres países, la deuda pública está creciendo más rápido que la actividad económica, la brecha entre ingresos corrientes y gastos corrientes se está ensanchando y los costos financieros del endeudamiento se han incrementado.
El cambio de gobierno en Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá debería servir de impulso para que la región avance en la agenda fiscal pendiente, considerando que poco se puede hacer para concretar los compromisos electorales sin un pacto fiscal. En ese sentido, por el lado de los ingresos tributarios, se deben encontrar acuerdos para alentar la adaptación de la política tributaria hacia estándares internacionales (regulación del secreto bancario y acuerdos para el traslado de información entre administraciones tributarias), así como implementar reformas que mejoren la fiscalización tributaria, al tiempo que se modernizan las normas del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado.
Por el lado del gasto, la agenda de 2014 deberá contener la renovación y mejora del marco institucional que garantice tanto la transparencia y la rendición de cuentas del gasto público, como nuevos esquemas para la evaluación de su efectividad. La posibilidad de que 2014 sea un año para cambios substanciales en la política fiscal dependerá, en buena medida, de la capacidad que tengan los gobiernos para fomentar espacios ciudadanos y políticos en donde se llegue a acuerdos sociales que permitan concretar una agenda legítima, que cuente con objetivos y metas de desarrollo, medidas y tiempos para ampliar los ingresos del Estado, mecanismos efectivos para luchar contra la corrupción y métodos para reforzar la evaluación y mejora de las políticas públicas.
Centroamérica: Crecimiento económico real, 2009-2014py
py= proyectado. Fuente: Icefi con base en FMI (2013). World Economic Outlook. Octubre.