Lourdes Molina
Economista sénior
correo electrónico: lourdes.molina@icefi.org
¿Saben cuál es el sonido de un Estado fallido?
Casi dos terceras partes de la población pobre a nivel mundial viven en los países que son ricos en recursos naturales. Es por ello que en el ámbito de las actividades extractivas, la transparencia fiscal es fundamental, en el sentido de que los ingresos públicos generados por dichas actividades, más allá de generar beneficios macroeconómicos, se traduzcan en oportunidades para elevar las condiciones de vida de la población, en un marco regulatorio que garantice el cumplimiento de los derechos de las personas a decidir la explotación o no de los recursos, y promueva una relación con el fisco basada en la búsqueda del bien común. Independientemente de si los ingresos fiscales generados por actividades extractivas son altos o bajos con respecto al tamaño total de la economía en la que se explotan, si su gestión y manejo se realizan de manera poco transparente, difícilmente se traducirán en mejoras en las condiciones de vida de la población.
¿Quién es Imelda? Es una joven mujer de 20 años, originaria de Jiquilisco, Usulután.
En las últimas semanas hemos visto cómo los partidos políticos salvadoreños se embarcan en procesos de inscripción de precandidaturas para las elecciones internas, como parte de su par
El coste de oportunidad de esas decisiones no solo lo constituye el dinero que se puede perder en potenciales actos de corrupción, sino también en todos aquellos derechos de los y las salva
Era una fotografía de dos niños, que bajo la lluvia, en un semáforo en medio de San Salvador hacían malabares con la esperanza de recibir a cambio alguna moneda de los automovilistas.
La posibilidad de construir un país más seguro para todos y todas, como el que describe en los spots publicitarios no pasa por tener más soldados y más balas; sino tener más profesores, más
Es innegable que las cifras de homicidios se han reducido drásticamente, pero siempre queda la duda de cuánto va a durar.
Vivimos en un país en el que sus funcionarios, en lugar de conmemorar los Acuerdos de Paz, se dedican a atacar y desacreditar su valor histórico.