Juan José Urbina
Ya estamos en 2017, y es muy común que así como las personas se planteen objetivos, las autoridades nos revelen los proyectos que pretenden perseguira.
Los viejos dirigentes de la cúpula deben estarse revolcando en su tumba. Ah no, ¡es cierto! siguen vivos y, son ellos quienes están permitiendo que se propongan estas medidas.
Una vez agotadas las oportunidades de inversión, el capital busca nuevas formas para expandirse. Según los defensores del “libre mercado”, las empresas públicas repres
Ante la necesidad de buscar nuevas opciones, permítanme darles mi opinión sobre cómo estas propuestas pudieron haber sido más adecuadas.
Hace algunos días me crucé con un estudio sobre el impacto de la inversión en educación para la primera infancia –etapa que se mide desde cero hasta seis a
Los salvadoreños son muy trabajadores, echan riata, no le temen al trabajo, se rebuscan y siempre ven como hacen.
Si nos ponemos a pensar por qué más nos conocen en el mundo, posiblemente es por nuestras condiciones económicas y sociales, que nos etiquetan como país tercermundista. Sin embargo, en la actualidad tanto El Salvador como el resto de países del mundo se enmarcan en una carrera contra el tiempo con límite de llegada en el año 2030. Esta carrera busca revertir esas condiciones de subdesarrollo y para esto se han establecido 17 categorías (u objetivos), que van desde poner fin a la pobreza, buscar la igualdad de género hasta la reducción de las desigualdades.
La discusión sobre la necesidad de una reforma al sistema de pensiones está nuevamente sobre la mesa. Ha vuelto a salir a la luz sin mayores cambios que como fue dejada el año pasado. Sin embargo, este retorno fue producido por el fatal e incendiario campo pagado que apareció en algunos periódicos del país.
Hasta la fecha el Ministerio de Hacienda (MH) se ha limitado a hacer de tripas corazón. La fragilidad y poco margen de maniobra de las finanzas públicas, han relegado a dicha entidad a simplemente ser el contador financiero del resto de entidades del Estado.




